Prácticamente todas las recetas tienen infinidad de versiones, casi una por cada casa, y en esto, la tortilla de patata, no iba a ser menos. Yo he oído de todo y casi todo el mundo sin embargo coincide en lo mismo, muchos serán los que te digan: "La mejor tortilla de la mi madre" Así somos...como en casa en ningún sitio.
Como no podía ser de otro modo, yo aprendí a hacer las tortillas con mi madre, que por supuesto hace las mejores tortillas del mundo, y adquirí su técnica. En casa nos gustan con cebolla y patata, pero la cebolla prácticamente desaparece y no se nota al comerla, además la patata nos gusta muy machacada y la tortilla ha de quedar "huevona", sin que escurra huevo al partirla pero sí que quede lo suficientemente jugosa...un sinfín de detalles que no siempre se consiguen, pero como todo, esto es cuestión de práctica.
Vamos ahora a detallar el proceso lo mejor posible, yo el otro día tuve la suerte de hacer tortilla para mis padres y no hay mejor alabanza que la de la maestra en la materia y el principal catador de sus platos...
Ingredientes:
- 3 ó 4 Patatas medianas
- 4 Huevos
- 1 Cebolla mediana
- Aceite de Oliva Virgen
- Sal
- Leche
(La cantidad de patata al final se termina haciendo a ojo, si sobran se pueden consumir como aperitivo)
Lo primero de todo es pelar y lavar bien las patatas, una vez limpias se pican. Yo suelo hacerlo en cudraditos, cuanto más pequeños, más fácil es freírlas después. Hay quien prefiere picarlas al estilo panadero (en rodajas finas) que también facilitan su cocinado.
También tenemos que picar la cebolla, yo la pico pequeña porque como decía no nos gusta encontrárnosla pero como se va a freír bastante con las patatas tampoco pasa nada si no se tiene tanto cuidado.
Ponemos en una sartén grande aceite abundante para freír las patatas, tienen que freírse bien por lo que el aceite ha de ser suficiente para que se frían poco a poco, que las bañe.Una vez que el aceite está caliente, lo primero que añadiremos será la cebolla para que se vaya haciendo un poquito antes de añadir las patatas. Cuando la cebolla ya comienza a estar transparente, echamos las patatas picadas y saladas previamente, al gusto.
Dejamos que las patatas se vayan haciendo en la sartén pero debemos ir dándolas la vuelta y machacándolas según se vayan ablandando por la cocción en el aceite para ir consiguiendo así que se vayan deshaciendo según se van friendo. Esta es una de las partes quizá más pesada puesto que has de estar muy encima de ellas para evitar que cojan demasiado color por un lado, o se agarren, así como ir desmenuzándolas poco a poco.
Una vez que las patatas están fritas, bien desechas (no en puré, sino como espachurradas) se sacan a un escurridor para que suelten todo el aceite y así la tortilla no tenga grasa. En mi casa siempre hemos puesto un plato para que escurra el aceite aprovechándolo después para freír las propias tortillas, ya sea de lo que escurre o de lo que quedó en la sartén, así conseguimos aprovechar bien los productos y conservamos los sabores de la fritura.
Mientras las patatas escurren, batimos los huevos en un recipiente, bol o ensaladera, grande y añadimos un chorrito de leche, esto ayuda a que la tortilla quede aún más jugosa y suelta.
Cuando los huevos están batidos y las patatas bien escurridas añadimos estas últimas al recipiente de los huevos batidos mezclando bien y dejando pasar el huevo entre las patatas, machacando si es necesario con el tenedor para que la patata absorba el huevo.
Cuando el aceite esté caliente echamos la mezcla de huevo y patata y dejamos que se cuaje por un lado para darla la vuelta, una vez cuajada por ambos lados dejamos que se dore al gusto a fuego medio-bajo para que no se seque.
Yo suelo pincharla con el tenedor un poco en cada una de sus caras para que se cocine por dentro. El cuajado suele ser rápido pero el tiempo será al gusto pues a más tiempo más hecha quedará por lo que has de tener en cuenta cómo te gusta para definir el tiempo de cuajado que necesita.
Quedan increíblemente ricas, igual para cenar que para comer, como aperitivo, media mañana o desayuno.
- Consejos:
Yo suelo pincharla con el tenedor un poco en cada una de sus caras para que se cocine por dentro. El cuajado suele ser rápido pero el tiempo será al gusto pues a más tiempo más hecha quedará por lo que has de tener en cuenta cómo te gusta para definir el tiempo de cuajado que necesita.
Quedan increíblemente ricas, igual para cenar que para comer, como aperitivo, media mañana o desayuno.
- Consejos:
La sartén para cuajar la tortilla es importante que sea una buena sartén, que sea especial para tortillas o al menos que sea honda y a mí me gusta que sea de un tamaño entre 22 y 26 cm de diámetro para que así la tortilla quede gruesa y jugosa. También sería bueno que esta sartén esté reservada para hacer tortillas de forma que se use poco y se conserve por más tiempo nuevo evitando que se pegue la tortilla, lo cual sería fatal para su correcto cocinado, especialmente para darla la vuelta). Para darla la vuelta puedes hacerlo con una tapa o un plato pero corres más riesgos que si compras estas tapas especiales que venden en muchos sitios que son para este menester, puesto que evitas que se te escurra, quemarte y demás...
Otros detalles a tener en cuenta a la hora de cuajar la tortilla es que el aceite esté bien caliente en el momento de echarla en la sartén con el fuego medio-alta para que se haga pronto la base que permitirá darla la vuelta con mayor facilidad, una vez hecha la fina capa cuajada de la base es conveniente bajar el fuego a medio-bajo para que se haga poco a poco sin quemarse la base y cuajando poco a poco el interior. La vuelta a la tortilla hay que dársela cuando la base ha cogido consistencia y el interior está agrupado, evitando así que al girarla "chorree" tanto el huevo con el aceite.
Ana
Otros detalles a tener en cuenta a la hora de cuajar la tortilla es que el aceite esté bien caliente en el momento de echarla en la sartén con el fuego medio-alta para que se haga pronto la base que permitirá darla la vuelta con mayor facilidad, una vez hecha la fina capa cuajada de la base es conveniente bajar el fuego a medio-bajo para que se haga poco a poco sin quemarse la base y cuajando poco a poco el interior. La vuelta a la tortilla hay que dársela cuando la base ha cogido consistencia y el interior está agrupado, evitando así que al girarla "chorree" tanto el huevo con el aceite.
Ana
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