Esta es otra receta de Buyfresco que obtuve gracias a sus cestas con productos frescos, si no lo habéis probado os lo recomiendo, al menos probarlo alguna vez.
Aunque la receta original es de su chef, yo no he podido evitar añadir algún detalle de cosecha propia aprovechando cositas que tenía en la nevera, como la albahaca y la mozzarella de búfala.
Ingredientes (4 personas aprox):
- 500 g de arroz para risotto. (Buyfresco me trajo arroz Arborio de la marca Panzani)
- 250 g de pechuga de pavo en dados
- 150 g de queso parmesano en polvo
- 1 l de caldo de pollo
- 1 bote de tomate entero pelado
- Hojas de albahaca
- Mozzarella de búfala
- Aceite de Oliva Virgen
- Sal
- Pimienta
Lo primero que haremos será poner a fuego lento una cacerola con el caldo de pollo, se puede añadir un vaso de agua si es necesario pues el risotto consume mucho caldo en su elaboración. Es importante calentar el caldo que se va a utilizar en la receta para que según se vaya añadiendo no rompa la ebullición del risotto, si estuviera fría ocurriría esto, por lo que tanto el caldo como si después hubiera que añadir agua, es importante que estén calientes.
Si lo deseas puedes añadir al caldo dos o tres hojas de albahaca fresca para que le de su toque de sabor, pero siempre hazlo cuando ya estés a punto de utilizarlo para que conserve su sabor.
Mientras se calienta el caldo vamos picando los tomates en dados, reservando el caldo del bote de tomate para añadirlo posteriormente al guiso. Cortar también en dados el pavo y salpimentar al gusto.
En una sartén grande, lo suficientemente grande como para hacer en ella el risotto después, ponemos un chorrito de aceite de oliva, aproximadamente dos cucharadas, y doramos un poquito los dados de pavo, una vez que han cogido color, añadimos los tomates picados y salamos al gusto removiendo todo, además si se desea se puede añadir un poco de cebolla picada a este "sofrito". Una vez salteado un poco en la sartén añadimos el arroz.
A partir de este momento comenzaremos a incorporar el caldo poco a poco sin parar de remover, es importante incorporar un poco cada vez, la primera vez se cubre la base de la sartén, llegando a todo el arroz y se remueve hasta que se haya consumido el caldo como tal quedando un arroz jugoso, en las siguientes veces yo añado una o dos cacillas de sopa cada vez y remuevo hasta que se consume. Es importante no dejar de remover y añadir la siguiente cacilla cuando se ha consumido la anterior, dejando así que el arroz vaya absorbiendo a ese ritmo el caldo. Es muy importante remover a lo largo de todo el proceso.
Cuando se vaya gastando el caldo, añadir el jugo del tomate que hemos reservado del bote a la cacerola para que tome temperatura y añadir también como el reste del caldo removiendo a la vez. Probar el arroz para ver cómo está de entero y si fuera necesario más caldo añadir agua, calentada previamente como todo lo demás.
La parte más líquida se irá reduciendo, no debemos dejar que consuma del todo para evitar que se quede seco, cuando se ha reducido lo suficiente añadimos el parmesano y removemos bien, rectificar de sal si fuera necesario y probar para comprobar que el grano esté blandito, unos minutos antes de finalizar la cocción añadir un majado de albahaca con un poquito de agua y remover para que aporte su sabor al plato, es importante incorporar la albahaca casi al final para que no pierda sabor en el proceso de cocinado previo. Cuando el caldo tiene una textura cremosa que está perfectamente incorporada al arroz retiramos del fuego.
Si cocinas en vitrocerámica es conveniente que apagues el fuego antes de llegar a este último paso para que así con el calor del fuego se termine de hacer aprovechando la energía al máximo.
Hecho esto, emplatar y servir bien caliente. Yo lo adorno con un tomate cherry cortado en gajos, un poquito de mozzarella de búfala y una pizca de Albahaca.
Está...¡Delicioso!
Ana
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