Las lentejas son ricas en vitaminas A, B1, B2, B3, B6, C y E, poseen minerales como potasio, fósforo, calcio, hierro, magnesio y sodio y otros nutrientes esenciales como ácido fólico y antioxidante que protege a las células de nuestro organismo contra la oxidación.
No conviene abusar de ellas por su elevado aporte de hidratos de carbono, pero siempre han de encontrar cabida en una dieta equilibrada, son un alimento muy completo y necesario para el correcto funcionamiento del organismo. Las legumbres nos aportan proteína vegetal y una buena dosis de fibra por lo que debería haber una o dos raciones de legumbres a la semana en nuestra dieta, pueden utilizarse como acompañamiento o ensalada en lugar de guisarlas como plato completo, es una gran opción para su consumo habitual.
En la receta de hoy se incluyen algunos alimentos (compango) con un elevado aporte calórico pero podemos prescindir de ellos y sustituirlos por verduras para hacer un plato más ligero, quedan especialmente bien guisándolas con acelgas o espinacas frescas de hoja entera, pero en la receta de hoy no hemos prescindido del delicioso sabor que aporta un compango con su chorizo, morcilla y panceta...
Yo siempre compro las legumbres en tiendas que las venden a granel y que ofrecen productos de calidad, como en todo, cuanto mejor sean los productos más sabroso será el guiso.
Ingredientes:
- Lentejas (Para 6 comensales)
- 1 Tomate
- 1 Cebolla
- 2 Ajos
- 2 Zanahorias
- Hojas de espinaca (un puñado)
- 1 Compango (Morcilla, Chorizo y panceta)
- 2 cuartos de pollo Pollo (yo en este caso he añadido unos filetes de contramuslo)
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 pastilla de caldo de verduras o pollo
- 1 cucharadita de Pimentón dulce de la Vera
- Sal
Lo primero que debemos hacer es lavar bien las hojas de espinaca, pelar la cebolla, el tomate y las zanahorias y partirlas a la mitad. Una vez dispuestos los vegetales los añadimos a una cacerola y ponemos también el compango. Rociamos todo con un buen chorro de aceite de oliva, un poco de sal y una cucharadita de pimentón. Añadimos agua hasta tapar todos los ingredientes. En ocasiones pongo el compango a remojo en agua tibia la noche anterior y luego utilizo este agua para la cocción de las lentejas pues así se habrá impregnado de todo el sabor. Una vez añadido el agua se incorporan las lentejas y se pone al fuego.
Primero lo pondremos a fuego fuerte hasta la primera ebullición, después bajamos a fuego medio y dejamos la tapa inclinada sobre la cacerola para que se siga haciendo poco a poco durante una hora y cuarto aproximadamente. Ir removiendo poco a poco para que no se pegue y vigilar para que la cocción no sea excesiva y así evitar que se deshagan.
A mí me gusta que una vez cocidas, el caldo se haya concentrado y sea espeso, siendo un guiso completo. Cuando se ha terminado de guisar separar el compango, el pollo, las zanahorias y si quedan restos de cebolla entera, de esta forma será mucho más sencillo servirlo en platos pudiendo partir las raciones correspondientes a cada uno sin afectar a las lentejas.
Además de sanas...¡son deliciosas!
Buen provecho