Bueno bueno bueno....estaba yo muy desactualizada del mundo de las pizzas vegetarianas, sin gluten y demás variedades que evitan el harina de trigo e intentan aportar vegetales en sus elaboraciones...
Aunque hay muchas variedades, de momento yo he probado la primera que llamó mi atención, se trata de una masa para base de pizza a base de zanahoria y harina de garbanzos, aunque hay otras que prescinden del harina en su totalidad y utilizan clara de huevo, esta se basaba en ingredientes puramente vegetales, de ahí lo del harina.
Ingredientes*:
- 500 g de zanahoras
- 150 g de harina de garbanzos
- 1 c/c de Sal
- 1/2 c/c de Comino
- 1/2 c/c de Hierbas Provenzales
- Una pizca de pimienta
* Los toppings son de elección libre, hazla de lo que más te guste.
Estos ingredientes son para dos bases del tamaño de un plato llano más o menos, podríamos decir que similares a las que venden precocinadas en el super tipo "Casa Tarradellas"
Lo primero que haremos será rallar la zanahoria, lo más fina que podamos para que quede suave y esponjosa, si se quiere se puede hacer a máquina, yo lo he hecho a mano...soy una tradicional, ¡jajaja!
Una vez bien rallada, hay quien recomienda llevarla a un colador para que pierda parte del agua y así ayudar al horneado, al tener menos humedad. Se puede apretar contra el escurridor sacando así el máximo del agua de la zanahoria. Yo no lo he hecho y ha quedado bastante bien.
A continuación, poner la zanahoria en un bol, añadir el harina de garbanzos* y el resto de ingredientes y comenzar a mezclar, mejor con las manos, porque así nos aseguramos de que la mezcla sea homogénea.
*Hay quien sustituye el harina de garbanzos por dos huevos batidos
Una vez que está bien mezclado, cogemos una parte de la mezcla y en un papel de horno previamente engrasado de forma muy ligera, extendemos la masa ayudándonos de las manos o de una cuchara para extenderla el máximo posible sin que se rompa y que así quede lo más fina que podamos (la mía ha quedado bastante imperfecta como podéis ver).
Con el horno precalentado unos minutos antes, metemos la masa extendida unos 20 minutos a 200ºC, de este modo la masa se seca y adquiere cuerpo y consistencia para poder montar la pizza.
Una vez horneada, se montan los ingredientes que hayamos elegido para nuestra pizza, como si de una masa tradicional se tratara.
En mi caso he añadido tomate frito como capa base, mezcla de quesos y mozzarella rallados, champiñón (cocinado previamente al ajillo) y unas tiras de pavo (con lo que ya deja de ser vegetariana...).
He de decir que es contundente, aunque ligera, además de sabrosa, puesto que la masa aporta mucho sabor.
Ha quedado ... ¡¡Riquísima!!
Ana