sábado, 12 de noviembre de 2016

Pizza casera con masa de zanahoria

Bueno bueno bueno....estaba yo muy desactualizada del mundo de las pizzas vegetarianas, sin gluten y demás variedades que evitan el harina de trigo e intentan aportar vegetales en sus elaboraciones...

Aunque hay muchas variedades, de momento yo he probado la primera que llamó mi atención, se trata de una masa para base de pizza a base de zanahoria y harina de garbanzos, aunque hay otras que prescinden del harina en su totalidad y utilizan clara de huevo, esta se basaba en ingredientes puramente vegetales, de ahí lo del harina. 

Ingredientes*:

- 500 g de zanahoras
- 150 g de harina de garbanzos
- 1 c/c de Sal
- 1/2 c/c de Comino
- 1/2 c/c de Hierbas Provenzales
- Una pizca de pimienta
* Los toppings son de elección libre, hazla de lo que más te guste. 

Estos ingredientes son para dos bases del tamaño de un plato llano más o menos, podríamos decir que similares a las que venden precocinadas en el super tipo "Casa Tarradellas"

Lo primero que haremos será rallar la zanahoria, lo más fina que podamos para que quede suave y esponjosa, si se quiere se puede hacer a máquina, yo lo he hecho a mano...soy una tradicional, ¡jajaja!


Una vez bien rallada, hay quien recomienda llevarla a un colador para que pierda parte del agua y así ayudar al horneado, al tener menos humedad. Se puede apretar contra el escurridor sacando así el máximo del agua de la zanahoria. Yo no lo he hecho y  ha quedado bastante bien.

A continuación, poner la zanahoria en un bol, añadir el harina de garbanzos* y el resto de ingredientes y comenzar a mezclar, mejor con las manos, porque así nos aseguramos de que la mezcla sea homogénea.
*Hay quien sustituye el harina de garbanzos por dos huevos batidos


Una vez que está bien mezclado, cogemos una parte de la mezcla y en un papel de horno previamente engrasado de forma muy ligera, extendemos la masa ayudándonos de las manos o de una cuchara para extenderla el máximo posible sin que se rompa y que así quede lo más fina que podamos (la mía ha quedado bastante imperfecta como podéis ver).
Con el horno precalentado unos minutos antes, metemos la masa extendida unos 20 minutos a 200ºC, de este modo la masa se seca y adquiere cuerpo y consistencia para poder montar la pizza.


Una vez horneada, se montan los ingredientes que hayamos elegido para nuestra pizza, como si de una masa tradicional se tratara.
En mi caso he añadido tomate frito como capa base, mezcla de quesos y mozzarella rallados, champiñón (cocinado previamente al ajillo) y unas tiras de pavo (con lo que ya deja de ser vegetariana...). 
He de decir que es contundente, aunque ligera, además de sabrosa, puesto que la masa aporta mucho sabor.



Ha quedado ... ¡¡Riquísima!!

Ana

Espaguetis de Calabacín y Zanahoria con Atún

Tras haber probado los espaguetis de calabacín con salmón, no quería dejar de probar otras versiones de esta forma de comer verdura.

Como se explicaba en la otra receta, lo mejor es hacer los espaguetis de calabacíncon un cortador específico para ello, tanto por rapidez y comodidad, por lo bien  que quedan, tanto en forma como en textura a la hora de degustarlos.

Ingredientes:

- 2 Calabacines medianos
- 3 Zanahorias (tricolor)
- 2 Tomates algo maduros 
- 1 Cebolla mediana o media grande
- 4 o 5 ajos tiernos morados
- 2 Latas de atún en aceite de oliva
- Queso rallado o en cubos (Opcional)
- Hierbas provenzales, Sal, Pimienta...
- Aceite de Oliva Virgen Extra

Lo primero que haremos será lavar bien los calabacines, yo no los pelo, utilizo todo el calabacín, incluida la piel, expceto los extremos que corto antes de proceder a hacer los espaguetis con el cortador,

Ir cortando los espaguetis para evitar que sean demasiado largos, siempre que no se hayan partido durante el cortado. De cualquier otro modo serían demasiado largos para comerlos después.


Una vez hecho esto podemos saltearlos en una sarten, con aceite de oliva virgen. No añadir sal durante el cocinado para evitar que el calacín suelte agua y haga que se recueza puesto que queremos que queden enteros y una pizca crujientes.

En este caso, además del calabacín, que es el ingrediente principal de la base del plato, he decidido añadir zanahoria, haciéndola del mismo modo. En este caso, hacerlas con el cortador me resultaba muy complejo al ser muy finas y no llegar bien a la cuchilla, por lo que he utilizado un pelador para ir sacando tiras finas. 
Para esta vez he utilizado una zanahoria de cada color, llevaba tiempo detrás de conseguir zanahorias moradas y el otro día encontré una bandeja con zanahorias tricolor (naranja, amarilla y morada), así que he utilizado una de cada. La he salteado a parte de los calacines y posteriormente lo he mezclado, Hacerlo por separado permite darle a cada verdura su punto de cocinado puesto que tienen diferentes grados de humedad y dureza.

Una vez salteados y mezclados los calabacines y las zanahorias, se reservan para mezclar posteriormente con el sofrito que hará de acompañamiento de este plato. Para hacer este sofrito, comenzamos cortando la cebolla en dados y los ajos en finas láminas y añadiéndolos a una sartén en la que habremos calentado previamente aceite de oliva virgen extra para que se vayan pochando a fuego medio.
Cuando la cebolla está practicamente transparente, añadimos el tomate, también cortado en dados y dejamos que se vaya pochando todo junto. A este sofrito añadiomos sal, yo he utilizado sal rosa del Himalaya, pimienta, hierbas provenzales y aquello que hayamos decidido que utilizaremos para sazonar.

Mientras termina de hacerse el sofrito, añadiremos el atún, si queremos utilizar su aceite deberemos cuidarnos de añadir menos al inicio para evitar que quede demasiado graso. Utilizar el aceite del atún solo si es de oliva.  

Antes de retirar el sofrito de la vitro, con ésta ya apagada, a mí me gusta dejar reposar la mezcla añadiendo unos cubos de queso con hierbas provenzales de Hochland consiguiendo que se mezcle al irse fundiendo con el calor restante de la cocina.

Hecho esto, serviremos los espaguetis de calabacín y de zanahoria en un plato, añadiremos la mezcla del sofrito y revolveremos para que todo se inunde del sabor del mismo, si se desea se puede espolvorear un poco de parmesano y añadir alguna hierba al gusto.  


La verdad es que, además de realmente bonito, ha quedado delicioso. El crujiente y sabor de las zanahorias le dan un sabor que lo enriquecen aún más.

Espero que os guste.

Ana