- 1/2 Cebolleta mediana
- 1 Tomate mediano
- Hojas frescas de cilantro
- 1 Aguacate
- Zumo de medio limón
- Pimienta (sustituye al chile serrano, jalapeño o cayena)
- Sal
No tiene mucho misterio hacer el guacamole, sólo hay que conseguir el equilibrio adecuado de los ingredientes para conseguir el sabor, lo demás es picar y mezclar....
Lo primero que haremos será picar la cebolla, lo más pequeña que podamos, así como el tomate. Yo he picado ambos ingredientes muy pequeños con el cuchillo y luego los he pasado a la picadora de la batidora para pasarlo y conseguir así una textura cremosa para mi guacamole en vez dejarlo en la textura picada.
Hacemos lo mismo con las hojas de cilantro, sólo las hojas, desechamos el tallo. El cilantro es intenso por lo que es importante medir al gusto. Yo lo hice a ojo y quizá la cantidad utilizada fuera una cucharada y media de cilantro ya picado.
El aguacate es importante que esté bien maduro pero no pasado, al apretarlo con el dedo debemos notar que está blando pero que el dedo no se hunda en la piel del aguacate.
Abrimos el aguacate a la mitad, sacamos el hueso con el cuchillo y lo reservamos. Si no has abierto nunca un aguacate puedes ver en este vídeo cómo hacerlo de forma muy sencilla.
Añadimos el aguacate a la mezcla anterior, podemos extraerlo de la cáscara con una cuchara e incorporamos el zumo de limón, sal y pimienta al gusto.
Si lo hacemos a mano, aplastamos en un bol el aguacate con un tenedor mezclándolo con el resto de ingredientes, y si lo hacemos en picadora procedemos a pasarlo todo hasta conseguir una suave crema.
Probamos y rectificamos de sal, pimienta o limón si fuera necesario.
¡Ah! El hueso que dije que había que reservarlo....es importante que si nos sobra aguacate o guacamole lo que nos sobra lo guardemos con el hueso en el mismo recipiente, ya que de este modo se evita la oxidación del aguacate y se conserva por más días en buenas condiciones.
La verdad es que ... quedó rico, rico.
Ana